Hace dos días fui al funeral de un amigo muy cercano, por cuestiones de la vida nos alejamos mucho, tanto de forma física como sentimental, creo que esa es la parte dura de crecer, alejarse, perder contacto con los que amamos y después lamentarnos. Se llamaba Emmanuel, en nuestra última conversación prometimos comer tacos juntos, como lo hacíamos cuando íbamos a la preparatoria, recordamos muchas anécdotas esa noche, nunca pasó por mi mente que esa era su forma de despedirse, porque nunca imaginas lo que está pasando detrás de la pantalla de alguien más. Su mamá lo encontró a la mañana siguiente, fue un suicidio, se cortó el cuello, no dejó cartas,se fue de forma rápida, pero dejando efectos colaterales permanentes y dolor, mucho pero mucho dolor, y no sé cómo desaparecerlo, quise escribir esto porque ahora todo es un desastre.
