─ enternecida por aquella acción, procede a abrazar el cuello del contrario acercándose más a él, sintiendo aquellas suaves y delicadas manos en sus mejillas, mientras las recién mencionadas se tornaban de un color rojizo por el beso y el roze de narices.─
Hermoso príncipe, ¿me daría el honor de ser mi acompañante en mí pícnic?