Adicto a las apuestas, la cafeína y a las mujeres.
Desde que leí el principito, supe que me gustaba leer; desde que escribí mi primera historia en una tarea de primaria, supe que me gustaba escribir.
La sola ofensa se paga con castigo. Larga vida al imperio que castiga.
- Estocolmo, Suecia.
- JoinedJanuary 1, 2025
Sign up to join the largest storytelling community
or