Por primera vez en años he publicado algo, algo extraño.
Pero ahora que empecé, no veo porqué parar. En el mejor de los casos, me pongo a escribir cualquier cosa que me salga de la cabeza y soy feliz con eso.
Una antología funciona bien para eso.
Ahora puedo convertir mis pensamientos en historias, o simplemente algo que parece una buena idea.
Lo siguiente es: al reflexión y duelo por un perro, y una noche en la que desaparecieron las estrellas