para ser sincero, lo que menos quería era que pareciera algún tipo de demanda, pero últimamente he pensado que decir la típica frase de: ‹‹ seamos amigos. ›› se ha vuelto tan repetitiva —si te pones a pensarlo, aquello si suena como una auténtica demanda, ¿a qué sí? — y tan sosa que incluso llega a darme vergüenza pensar en que una vez la puse en práctica.