En la habitación del trono del castillo de las Islas Hirvientes, se encontraba la Emperatriz Dragón en una posición pensativa, algunas veces frotando el puente de su nariz o su entrecejo, intentando entender el reciente bardo que estaba ocurriendo.
Vale, tenía todo cubierto, las Islas Hirvientes y sus seres queridos estaban protegidos, pero no entendía que estaba pasando realmente. Gracias a su mod, supo que el que comandaba aquel bardo era un pavo real albino llamado Lord Shen, que venía con aliados, entre ellos, una dragona.
La Dragona del End, Jean.
Sabía que esto podría ser un problema, y que, por lo que sabía por su mod, otras crews estaban en problemas, entre ellas la suya, y por lo tanto, su hogar también. Sabía que el hogar de los demás estaba en peligro, y más con un gran bardo como este, así que se puso a pensar que podría hacer.
Tras un largo momento de pensar, tomó una decisión: hacer una alianza con algunos de la crew DWorks, para enfrentar con más facilidad a Lord Shen. Agarrando unas bolsas de equipaje y algo de armamento mágico y con una ropa más cómoda pero aún así adecuada, partió rumbo, usando a su gran Gildersnake, Stringbean, como medio de transporte.