AbrilAnsurez

El peso de nuestra vida
          
           
          
          “¿Sus vidas cuánto pesan? Imaginen por un segundo que llevan una mochila. Quiero que noten las correas sobre los hombros, ¿las notan?
          
          Ahora quiero que la llenen con todas las cosas que tienen en sus vidas. Empiecen por las que hay en los estantes y los cajones, las tonterías que coleccionan. Noten cómo se acumula el peso. 
          
          Ahora cosas más grandes: ropa, pequeños electrodomésticos, lámparas, toallas, la tele. La mochila ya pesa. Ahora, cosas más grandes: el sofá, la cama, alguna mesa…
          
          Métanlo todo dentro: el coche, la casa, un estudio o un apartamento de dos dormitorios. Quiero que introduzcan todo eso dentro de la mochila. Intenten caminar. Es difícil, ¿no?
          
          Pues esto es lo que hacemos con nuestra vida a diario. Nos vamos sobrecargando hasta que no podemos ni movernos. Y no se equivoquen, moverse es vivir.
          
          Ahora voy a prenderle a esa mochila fuego ¿Qué quieren sacar? ¿Las fotos? Las fotos son para la gente que no puede recordar, tomen gasolina y quémenlas. Es más, dejen que se queme todo e imagínense despertando mañana sin nada. Resulta estimulante, ¿no es así? 
          
          (…)
          
          Tienen otra mochila. Solo que esta vez deben llenarla con personas. Pueden empezarla con los conocidos: amigos de amigos, la gente de la oficina, y luego pasen a las personas a las que confían sus secretos: sus primos, tíos, tías, hermanos, hermanas, sus padres, y por fin, su marido o su mujer, su novio o su novia.
          
          Métanlos en la mochila. Sientan el peso de la mochila. Puedo asegurarles que sus relaciones son la carga más pesada de su vida. ¿No sienten un peso clavándose en sus hombros? Todas esas negociaciones,  discusiones, secretos y compromisos… No necesitan cargar con eso.
          
          ¿Por qué no dejan la mochila? Hay animales que viven cargando con otros en simbiosis toda su vida. Amantes sin suerte, cisnes monógamos… no somos esos animales. Si nos movemos despacio morimos rápido. Nosotros no somos cisnes sino tiburones”. 
          
          Bingham, en Up in the air.

AbrilAnsurez

Han sido unos meses complicados en los que no he podido centrarme ni para escribir. Pero ya estoy de vuelta.
          Iré actualizando las dos historias que tengo en curso. De momento os dejo un nuevo capítulo de La herida que no cierra: No me des lo que no pueda quedarse.
          
          Espero que lo disfrutéis, si os gusta, darle a la estrellita, y si comentáis sería fantástico :)
          
          https://www.wattpad.com/1139543086-la-herida-que-no-cierra-no-me-des-lo-que-no-pueda