Sonrío con lo evidente: Un charco de agua congelado por el frío. Un perro muerto al costado del camino. Las heridas en las manos de un cartonero. El vomito del domingo por la mañana. Las flores que se regalan en los funerales. La indignación luego del insulto. Los sueños de un niño pobre. La arrogancia de un niño rico. La absurda costumbre de separar en dos polos opuestos cada concepto humano. El aturdimiento de los jóvenes y su completa estupidez.

Lo evidente es lo que se conoce como "normal". Sonrío con lo evidente porque es tan absurdo que se repita una y otra vez sin que nadie haya intentado nunca hacer algo diferente.


14 Años, con una mente de anciana.
Cáncer.
Odio las mayorías y la única minoría que respeto es la mía propia. El individualismo es la clave.
Prefiero las novelas de misterio, si no las hay, entonces de ciencia ficción.