Cuenta la leyenda que aquellos que escriben tienen la facultad de ver las cosas de forma diferente. Aquellos que fueron bendecidos con la gracia de manejar las palabras a su antojo corren por el mundo entre suspiros y versos, entre rimas y cuentos. Crean nuevas formas de vida, de existencia, a través únicamente de la pluma o en esta era tecnológica, gracias a un teclado, y lo hacen en tu mente, jugando con tu imaginación y haciéndote explorar nuevos lugares o presentándote a personas que nunca verás en la vida real. ¿Acaso no es hermoso lo que un escritor puede crear a partir de la conexión de simples palabras y meras frases?

Yo intento perseguir las estrellas, vivir nuevas vidas, llegar a dónde nadie estuvo y conocer a criaturas que no existen únicamente a partir de lo que la magia de la escritura me pone a su alcance. Mientras escribo algo nuevo, ¿por qué no te sientas y disfrutas de lo que puedo ofrecerte? Solo tú, querido o querida lector o lectora, tendrás el poder de decidir si, efectivamente, fui bendecida al nacer con el don de las palabras...