𝐀𝐃𝐑𝐈

@egyptyangodness Holaa

El rubio sonrió aún más, le gustó que le gustara el halago, un halago de verdad sincero. Y como se lo había pedido, iba a sonreír aunque no hacía mucha falta que alguien lo pidiera porque ya lo hacía inconscientemente al ser muy alegre.
            
            Imitó la acción de él de ponerse la servilleta en el regazo. No estaba acostumbrado, por no decir que en ningún momento fue a un restaurante, solo a bares y allí se sentaba en la barra. Estaba avergonzado por sus malos modales, pero no podía hacer nada si nadie le enseñó.
            
            También agarró la carta sobrante y empezó a ojearla sin saber que podía gustarle. Hizo una mueca y se encogió de hombros mirando al suelo y volver la mirada al chico. Suspiró y procedió a contestar.
            
            ─────── ¡Lo que te pidas tú! Jaja, no sé… Nunca probé comida italiana… ¿Tú que te pedirás? ¿Qué me recomiendas?
            
            Preguntó para tener como una guía y poder elegir la mejor comida. Miró a su regazo, empezó a mover las manos para quitarse los nervios. Volvió a mirar las vistas que había para distraerse en algo.
            
            ─────── Realmente… Las vistas son muy bonitas…

@soyarthie 
            Se quedó sorprendido al escucharlo, aunque gratamente. Pocas veces, por no decir nunca, habían elogiado específicamente su sonrisa. Es más, ni siquiera Adrien se había tomado la molesta de ''calificarla'' de ninguna forma. Sin embargo, mentiría si dijera que no le gustó tal gesto. 
            
            ─────── Gracias. ─────── empezó ─────── La tuya también es linda y me gusta mucho. Es muy bella, así que, si no es mucha molestia, me gustaría que pudieras sonreír... durante toda la noche. ─────── culminó, desviando la mirada para poner una servilleta sobre su regazo. 
            
            Podía sonar descarado, pero era verdad: nada le gustaría más que admirar la belleza de su sonrisa sincera acompañando su cara de éxtasis durante el acto... y antes y después, por supuesto. Él era tan jodidamente malo con las palabras que, aunque lo dijera con toda la bondad y honestidad de su corazón, podía llegar a ser malinterpretado. Solo esperaba que Arthur pudiera ver más allá de su tono monótono y aparentemente impasible. 
            
            Entonces, agarró la carta del menú, porque sabía que pronto vendría un camarero a preguntarles. 
            
            ─────── ¿Qué te vas a pedir?

Asintió a lo que dijo con tranquilidad, de verdad le parecía muy bonito el sitio. Con una sonrisa miró a todos lados viendo a las personas sentadas. Todas parecían felices y eso le contagió.
            
            Al llegar al sitio se le abrió la boca en forma de “O” al ver la preciosa vista del gran ventanal. Se acercó al ventanal y se quedó ensimismado en el paisaje con una gran sonrisa. Sabía que estaba con alguien pero era inevitable quedarse mirando. 
            
            Se acercó a su asiento y se sentó después de él. Se sorprendió aún más al verlo con la sonrisa. Le parecía una sonrisa preciosa sabiendo que el otro no parecía de muchas sonrisas. Al ser una persona bastante sincera no se iba a quedar callado eso y procedió a hablar.
            
            ─────── ¡Tienes una linda sonrisa! Lo digo en serio, me gusta mucho.
            
            Lo miró fijamente entrelazando sus propias manos debajo de la mesa, esperando que no le haya molestado que le dijera ese halago.

//ahora mando otro para 
            que se vuelvan a encontrar

// vaya kk

era un poco cabezota en algunos aspectos así que la próxima vez que le pueda ver le daría un buen traje. analizó el cuerpo esbelto de su compañero intentando adivinar las medidas exactas para que le hicieran el traje.
            
            vio cómo su hijo aparecía para que le diera del helado que se compró para él pero que se lo tuvo que dar al pequeño. el pequeño miró al otro y se escondió detrás de su padre.
            
            ─────── dile adiós al chico, adam. ya te llamaré cuando pueda. y no pienses que no lo haré.
            
            sonrió otra vez tomando la tarjeta que le había extendido y se lo guardó en la cartera que había sacado. el pequeño se despidió con la mano al de ojos zafiros y el rubio mayor acarició la cabeza de su bendición.
            
            ─────── te cuidado a donde vayas y llega bien. otro día te veré y no traeré al pequeño pero a saber con quien lo dejo…

@soyarthie ...*silencio incómodo. *  ...hola.