"Sapere aude", la audacia de saber, es como un susurro del viento entre los árboles antiguos, una llamada ancestral que invita al alma a alzar el vuelo hacia la vastedad del conocimiento. Es el eco de un desafío eterno, una melodía que resuena en los corazones intrépidos que se atreven a explorar los confines del saber.
En las páginas del tiempo, se erige como un faro luminoso, guiando a aquellos que se aventuran en las profundidades del entendimiento humano. Es el destello de lucidez en la oscuridad de la ignorancia, la chispa que enciende el fuego del intelecto.
"Sapere aude" es el grito de rebeldía contra la complacencia intelectual, el llamado a romper las cadenas de la conformidad y lanzarse hacia el abismo del pensamiento crítico. Es el anhelo de trascender los límites impuestos, de desafiar las convenciones establecidas y de abrazar la libertad del pensamiento auténtico.
En cada pregunta sin respuesta y en cada búsqueda sin fin, "sapere aude" nos recuerda que el conocimiento es un viaje sin final, una odisea en la que el coraje de explorar lo desconocido es la brújula que guía nuestros pasos. Es el susurro del alma que nos impulsa a desafiar lo establecido y a alcanzar las alturas del saber, con valentía y determinación.
-Todas las cartas que te dediqué