No soy como esas personas que viven para enamorarse y se enamoran para vivir. Esas que terminan con un novio y pasan noches enteras llorando. No estoy orgullosa de muchas de las cosas que he hecho, me arriesgo a decir que ni siquiera estoy orgullosa de mi vida. Soy lo suficientemente tímida como para que me consideren una aburrida pero luego de entrar en confianza nadie logra controlarme. 
Quiero vivir el resto de mi vida sin límites... somos completamente libres, de eso no hay duda. Que no arriesguemos, que no hagamos lo que deseamos no significa que estemos presos porque incluso luego de pagar por tu libertad y estar encerrado tras un par de rejas tu libertad mental no la pierdes.
 Detesto las rutinas, son tan aburridas como volver a leer un libro, el factor sorpresa se pierde completamente y ya no tiene sentido. 
La gran mayoría de mis días siento que pierdo el control sobre mi vida, termino llorando perdida entre las mantas de mi cama escuchando melodías tristes porque detesto el sonido producido por una persona al llorar, inluso el mío. 
No escribo para gustar, escribo para desahograme y no leo por moda leo en busca de consejos. 



*Y créanme cuando les digo que decepcionarse a uno mismo no es agradable.*