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Abriendo una nueva puerta, dando un paso hacia ella.

Cruzando el umbral, observando la oscuridad total a mi alrededor.

Vibrando de expectación, temblando de terror...

Decidiéndome por fin.



Doy un paso hacia delante con los puños cerrados, pero ambos ojos muy atentos.



Líneas de colores de diversas tonalidades aparecen de repente ante mí, como si un pincel estuviera dejando su rastro multicolor sobre la superficie del aire a mi alrededor.



Doy un paso más, acercándome a la linea verde hierba primaveral frente a mí y alargando el brazo para atraparla entre mis finos dedos.

La agarro con más fuerza, previendo lo escurridiza que es, y dirijo mi mirada al frente, donde diferentes tonos de azul, rojo, amarillo y blanco bailaban al compás de mi ilusión.



Bien, sonrío. Es hora de dar rienda suelta a la imaginación y dejar que la creatividad domine mi cuerpo.



Tu cuerpo.