Finalmente, se acaba el sexenio de López Obrador y no le dió tiempo de hacer nada (el tiempo se va muy rápido).
Ya en serio, calificar este gobierno como el mejor o peor, bueno o malo, no abarca todo lo analizable y solo el trabajo propagandístico lo clasificaría así. Tuvo cosas buenas y cosas malas... Quizás más malas que buenas, pero ¿a quién le importa? Tanto partidarios como oposición solo ven lo que a ellos les importa ver y siguen sin ver que a la mitad de México no le importa la política (al chile que bueno).
Por mi parte, pues solo diré: que mal momento escogí para ser estudiante de derecho.