Hoy es el día del libro, unas 24 horas especialmente importantes para mí. No tengo muy claro por qué escribo esto, pero siento el impulso de hacerlo y me consentiré el capricho.
En los libros encontramos de todo, desde ocultas leyendas escondidas en lo profundo del océano hasta frases inspiradoras que elevan el alma.
Existen pocas o ninguna persona que conozca el sentido de la existencia, que sepa el motivo por el cual el corazón late y los pulmones respiran, y que además entienda la finalidad de nuestra estancia en el mundo.
Yo no sé las respuestas a ninguna de esas preguntas, pero como muchos antes que yo a veces no puedo evitar que se formulen en mi cabeza.
La vida, la muerte, la existencia, el alma... Son conceptos que en algunas ocasiones sentimos que nos sobrepasan, y no sin motivo.
Y por eso, si estás leyendo esto, concédete un minuto para plantearte quién eres y cuál es el objetivo de tu vida. Y si además quieres aderezar esta reflexión, hazle el honor a este día y abre un libro dejando que tu mente se adentre entre los más remotos rincones del pensamiento.
Los libros enriquecen el conocimiento, nos otorgan nuevos puntos de vista y distintas formas de ver el mundo. Lee. Deja por un momento tu cuerpo humano y permítete viajar por los confines de la memoria.
Dudo mucho que alguien haya leído todo esto, pero si así es...
¡Feliz Día del Libro!