Este lunes es un día glorioso. Así es, ¡TERMINÉ DE ESCRIBIR EL FANFIC!
Me costó lágrimas, sudor, sangre y varias jaquecas, pero ¡lo logré! No se pueden hacer una mínima idea de la inmensa satisfacción que sentí cuando escribí la palabra "fin". Ni yo puedo describirla. Es un sentimiento extraordinario que no se compara a nada (bueno, a mí me gusta comparar el proceso creativo con la labor de parto, aunque creo yo que el proceso creativo es más disfrutable a pesar de todo; no sé, no soy madre). Algunos autores no les gusta apelar esa palabra. Supongo yo porque les parecerá infantil o la historia de los personajes en sí no concluye después del punto final. Yo sí lo hago más que todo por el significado que conlleva para mí. Es el fin de un proyecto en que llevé varios años de mi vida trabajando con cariño y dedicación; es mi despedida para unos personajes con los que me encariñé tras haberles dado un final justo. Es mi descanso y el de ellos.
Debo decir que lloré un par de veces escribiendo el final y si me pongo a rememorar la escena final, me pondría a llorar (yo ya lloraba cuando todavía no lo escribía, porque sabía que me iba a conmover en su momento). Supongo que será inevitable que vuelva a llorar como magdalena, cuando toque editar el epílogo para publicarlo. Así que no es el "adiós definitivo" por ahora, es el "hasta pronto". Estaba tan emocionada por escribir el epílogo o, mejor dicho, sacarlo de mi cabeza y plasmarlo en un documento que todo fluyó relativamente rápido, a pesar de que el epílogo tenía la misma longitud que un capítulo normal.
Me encantó escribir a Lelouch y acompañarlo en su viaje. Confío en que no decepcionaré a los lectores ni al material original.
Leeré el capítulo 40 para editarlo y subirlo los primeros días de febrero. Ahora que he concluido el fanfic, las actualizaciones serán relativamente más rápidas y seguras de anunciar. Espérenlo pronto.
Ya está. Tenía ganas de anunciar esto. ¡Nos estaremos leyendo próximamente!