—Siento que esto no está avanzando.
Presintiendo el rumbo de la conversación, dejó todo de lado y prestó atención a lo que tendría que decir para convencerla.
—Podemos hacer que funcione.
Le vio abrir los ojos sorprendida y mirarlo como si no hubiese esperado esas palabras salir de su boca. Bajó la cabeza nervioso y se rascó el cuello por impulso.
—Está bien, ¿qué puedo perder?
Suspiró y la vio sentarse a su lado, dejando su cuerpo caer agotado y el contestó por instinto.
—El tiempo.
Luego se arrepintió de abrir la boca.
Ella lo miró a los ojos y luegod esvio la mirada soltando una risita encantadora.
—Buemo, ya he sacrificado tiempo por lecciones en el pasado. —Luego de decir eso con un aire ambiguo a su alrededor, lo miró con cariño y sonrió.
Pero él, aún dudoso, se decidió a cuestionarle no aguantando más tener la pregunta escondida en su garganta.
—¿Y valió la pena haberlo hecho?
Un silencio los envolvió y se asustó por ello, sintiendo que algo malo vendría.
—Depende de cómo lo veas. —Frustrado por no entender su respuesta, frunció el seño y la miró curioso, ella añadió—. Para mí, sí, valió la pena.
Finalmente se permitió soltar un suspiro y aliviar sus tensiones.
