No seguiré escribiendo sobre la historia "a boy named lyon", no espero que lo entiendan, sólo que respeten mí decisión. He llegado a pensar que no debí de publicarla jamás, realmente no quería que lo leyera, él o nadie, era algo muy personal. Recuerdo pensar que empezar sería como sacarlo de mí cerebro y corazón para dejarlo todo en un texto y no sentirlo más, pero me equivoqué. De todas formas, ya no hay qué escribir. No habrán nuevos capítulos. Es el final. Así termina. No es justo, no es bonito, no es romántico. Es real y es una mierda, como todo lo demás. No me arrepiento de mí honestidad, ni de sentir, ni de amar. Si algún día esa persona decide tomar su historia y continuarla, tiene total libertad. Pero no será conmigo ni sobre mí. Mis palabras nunca serán suficientes. ¿Qué otra cosa puedo hacer?. Aceptar que no me eligió. Está bien. Yo me elijo a mí, y me elegiré a mí todos los días. Me siento afortunada de tenerme, sé que nunca pierdo si siempre puedo volver a mí. Una vez Cerati dijo que decir adiós es crecer, y que del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer.