Escribo. Escribo mucho. Escribo mucho, mucho, mucho, mucho.
Bueno, escribo cuando puedo, pero saco tiempo hasta de debajo de las piedras. Y me encanta. 
Escribo sobre todo, pero no es un diario. Tengo un blog donde escribo lo que surge, y un Tumblr donde reblogeo imágenes.
Pero bueno, volviendo al tema: sigo escribiendo. ¿Por qué? Buff. Odio los porqués, pero diré que es porque quiero evadirme de mi vida. No digo que no me guste (me encanta), pero todos necesitamos ese momento en el que dejas divagar tu mente y te pierdes en las nubes. Te inspiras en tus sueños, en tus ilusiones o en algo especial que te haya pasado y el lápiz (o el teclado) se mueve solo. 
A veces me ocurre sin planearlo, y me viene esa ráfaga de inspiración. Ahí es cuando me pongo a buscar un papel cual loca para apuntarlo y no olvidarlo.
Recuerdos, divagaciones, locuras, aventuras, sueños, ilusiones, besos, abrazos, sonrisas y deseos. Eso es lo que va escribiendo esta historia.