—No te enamores de mí —le dijo ella.
Soy emocionalmente inestable.
Soy rara...
Algunas veces suelo hablar mucho y otras veces me invade el silencio.
No te enamores de mí, soy dificil de entender.
Puedo hacerte estallar y luego hacerte sentir el hombre más feliz del
mundo...
No te enamores de mí, sólo mírame. No tengo nada para brindar.
En mi alma aún guardo un par de sentimientos marchitos; un abrazo vacío y un corazón roto...
No te enamores de mí. A veces soy tierna y otras veces me hago odiar. Suelo tener cara de amargada en las mañanas o durante el día entero (parte de mi coraza).
No te enamores, no te será fácil luchar contra la levedad y el desinteres que dejaron en mí unos falsos "te amo".
No te enamores de mí, ni siquiera lo intentes...
Hay dias en los que quiero comerme el mundo y otros en los que el mundo me traga a mí.
Hay domingos en los que elijo socializar y otros en los que me quedo en casa viendo una película...
¿Ya ves?
Soy complicada.
Nunca sabrás cuando quiero café, helado o una copa de vino, ni yo misma lo sé.
No te enamores cariño, yo no soy como las demás, yo no dedico estados de what'sApp, yo dedico poesías...
—No te enamores de mí—le repitió ella por última vez, antes de tomarse su tercer trago de tequila. Sin saber que le estaba dando todas las razones que él necesitaba para enamorarse perdidamente de ella...