No me conozcas
no intentes conocerme,
no quieres en verdad,
voy a decepcionarte totalmente,
me tienes en una caja de cristal con tus esquemas, tus medidas y tus creencias.
No te acerques mucho, vas a detestarme,
sígueme teniendo en esa vitrina,
así es mejor para los dos,
así no se te quiebra tu muñeca
y a mí no me lastimas.
No hables conmigo,
soy tan normal y tan ordinaria,
no me la paso hablando con detalles,
palabras maquilladas y frases celestiales.
No tengo acento elegante,
ni soy algo increíble,
ni parezco traída de otro planeta.
Tengo tantas pesadillas como tú,
y miles de preguntas con respuestas erróneas,
no me entiendo,
me enfado,
rio y lloro al mismo tiempo.
Léeme,
léeme tanto que quieras,
pero no busques conocerme,
voy a caer de tu pedestal,
voy a caer de la caja de cristal,
terminarás por lanzarme lo más lejos posible,
tu amor se volverá desprecio,
porque no soy esa imagen inerte,
porque tengo facetas
y la luna llena me afecta.
Soy pesimista,
insegura,
una bomba de tiempo,
pequeñas granadas explotando sin sincronía,
soberbia algunas veces,
defensora de ideales erróneos,
soldado de mi filosofía incongruente.
No soy un Dios
ni ninguna deidad,
no soy perfecta,
ni un ser iluminado,
mucho menos un ángel.
No esperes nada de mí,
soy una lista interminable de defectos,
de pecados,
inestabilidades,
y secretos que me llevarían a la horca.
Soy tan real como tú,
pero tú me quieres meter en una cajita de cristal,
por ello,
léeme, no te haré daño,
pero no quieras conocerme