Y es incontrolable... esas ganas incontrolables de gritar y gritar hasta quedar sin aliento, esas ganas que por fin en mucho tiempo no son de tristeza, si no de emoción por sentir el sol tocandote, el no sentir soledad aunque estés solo, y no sentirte decaído aunque el mundo en frente tuyo se derrumbe, solo ocurre cuando vuelves a escuchar aquella música que te ayudaba, cuando ves aquellas fotos con personas que aún siguen a tu lado, cuando entiendes por fin de quien debes alejarte... ahí es cuando se produce cierta sensación