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ACADEMIA.
          Estudiar es un sueño. Ya. No es más. Es un sueño para muchos que no pueden acceder a la educación y a su vez es un sueño para todos los que estamos culminando una etapa formativa y deseamos elegir otra y hacerlo bien; también debió ser un sueño para la persona que comenzó con todo esto. Y es que si lo pensamos bien... es algo muy bonito, por definición es algo utópico y muy inspirador: Un lugar al que las personas irán para mejorar su calidad de vida, adquirir conocimientos nuevos y enriquecedores para nuestras vidas personales, interpersonales y extrapersonales, por medio de instructores que velarán por el oportuno desarrollo integral de sus alumnos para que ellos lleguen a ser grandes personas al culminar su formación académica.
          
          Pero cómo por variar, apareció la iglesia católica y todo comenzó a ir muy mal.
          
          Pero bueno... no es culpa de tooodos los católicos y ni siquiera de todos los religiosos que han metido muy abusivamente en la educación. Fué culpa de la ignorancia que estaba vigente en la época y que se niega a irse por completo.
          Aún sufrimos en los colegios por los recados de una oscura época de dolor.
          
          Es una gran injusticia que muchos niños sufran en una institución que debía ser una bendición para el mundo, por culpa de personas que no saben instruir y no saben tratar a las personas.
          
          También es es muy injusto que sentimientos de dolor surgan al rededor de materias que no logramos comprender y que nos dificultan ascender en nuestra formación educativa.
          
          ¿Qué le vamos a hacer?

Ya me cansé de ésta situación. Todo lo que quiero es irme muy lejos de aquí.
          Nunca entendí a las personas que piensan que ir a un lugar en dónde nadie los conozca es un deceo.
          Hay algo mágico y embriagador en la idea de dejar atrás el pasado y permitir que otros se hagan una idea diferente de tí. Vivir según quién eres y no según quién has tenido que ser.
          Tal vez le apuntaré a esto ahora.

Encuentras cosas buenas en todos menos en tí. No eres mala, tal vez sólo eres realista.

No es justo.
          No me gusta pensar en mí. No me gusta quién soy, ni en lo que me han convertido. Ni cómo me veo, ni cómo me siento. Ni nada.
          Y duele. Duele mucho.
          
          Por eso es que él no puede gustarme.
          Él es demasiado como para aguantar a alguien cómo yo.
          
          Alguien que de por si no merece a las personas que tiene.
          Alguien que nunca merecerá amor.

¿Sabes? Muchas veces me doy cuenta de que estoy ayudando a todos y nadie me está ayudando a mí. Y no me molesta ayudar a otros, me siento mucho mejor cuándo lo hago. Pero que nadie se preocupe por mí me asusta; tal vez cuándo falte sólo necesiten eso, una persona a quién recurrir: usar, agradecer, olvidar, volver a empezar. Y sólo será cuestión de reemplazarme. 
          Me hacen sentir cómo que no les importo. Y para peor, soy muy mala ayudando a otros. Creo que simplemente soy mala en todo y debería terminar con tanto daño.
          Podría ser la única forma de dejar de ser desechable para los demás.

ALEGORÍAS SIN SENTIDO QUE LE DAN RAZÓN A MÍ EXISTENCIA: Amo amar de sexo, básicamente amo ver las reacciomes de las personas: me encantan sus caras de reprimidos, de asombrados y de indignados tanto cómo ver a alguien identificado; esa persona maravillosa que también entiende que todos tenemos, tuvimos o tendremos sexo en alguna forma porque nadie se salva de las reacciones naturales del cuerpo. Y así llegué a una conclusión: si comer fuera un tabú, diría algo cómo: "comer es lo mejor, y es muy normal... es cómo tener sexo, pasa todo el tiempo." Y alguna pendeja con más criterios morales prestados que neuronas respondería algo cómo: "No compares eso. Tener sexo es algo que toca hacer y comer es malo." ¿Por qué es malo? No sabe, ella pidio prestada la moralidad de alguien, y perdió las instrucciones. No digo que sea malo pensar así, sólo sé que es estúpido pelear sin fundamento sobre algo así, porque tarde que temprano cambiarán de bando... y aún seguirán siendo falsos sin saber por que.

No existe algo más insoportable que el sentimiento de que lo único que quieres es abrir tus venas con lo primero que tengas a tu alcance.

No entenderé jamás porque las personas recalcan lo crueles que son los medios con el autoestíma de los jóvenes; yo creo que sólo tratan de echarle la culpa a alguien más.
          Personalmente, ninguna de mis inseguridades se ve reflejada en lo que una revista o televisora ha mostrado, ya que no me siento amenazada por alguien que después de someterse a cirugías estéticas, presume lo que queda de sí; en mi experiencia a-personal, estos procedimientos a veces funcionan y aveces no... aveces estas personas llenan su superficial vacío y aveces no, incluso muy cerca de mí una persona sigue viviendo con la carga previa al procedimiento cómo si no sintiera el cambio. Es patético, aveces incluso se ven peor; pero es más ridículo cuándo presumen de su plástica apariencia o ocultan sus acciones detrás de excusas poco significativas e injustificadas.
          No. En mí no influye nada de eso. En mí han influido sólo las personas de mi entorno: esas que siempre hablaron despectivamente de mi apariencia y demás aspectos correspondientes a mí persona; aquellos que no valoraron su tiempo lo suficiente y decidieron tomarse el trabajo de señalarme cada uno de mis defectos, analizando todas las partes de mi cuerpo, y posteriormente culpandome tanto de ellos cómo del resultado de su constante bombardeo: una persona que aunque lo intente, siempre termina con la peor actitud, arruinando todos los aspectos de su vida... que sólo tiene acceso al desagrado que provoca en otros.

Quiero a una persona que me ame, claro.
          Pero aún si me ama, si yo no lo amo, no me interesa.
          Quiero más que nada en el mundo: una persona que amar.  Una persona que me enseñe todos sus defectos con temor, que no tema mostrarme sus calificativos más hermosos y los más bochornosos; que me enseñe a amarle.
          
          No me interesa lastimar a más individuos que no saben lo que quieren. Es de niñitos querer estar con alguien que no te corresponde.
          
          Lo que realmente quiero es poner todos mis sentimientos a merced de una persona por quién los sienta, y si para eso requiero ser herida lo seré, la idea es excitante.

No me lastimaste porque estuviera enamorada de tí ni porque me sintiese atraída hacia tí sentimental mente, no seas iluso. Lo tuyo fué mucho más cruel que lo mío.
          No fuí ni seré la primera ni única que se burla de tí y te rechaza, y menos esa que "amas" por primera vez.
          En cambio, tú si fuiste algo cómo el único que ganó mi confianza y consiguió conocerme casi por completo, y lo arruinaste: me demostraste lo estúpido que es fingir que tienes alguien en quién confiar.