creí que el mundo era un a sensación de experiencias que me dan fortaleza para eliminar y prevalecer sobre mi, sin dejar que las alegrías o las tristezas me agobien y me lastimen sin ninguna alternativa.
Creí que soñando mi vida cambiaría y la realidad solo sería una terrible pesadilla, que jamás creí vivir, como también soñando quería dejar de ser lo que soy y lo que nunca fui.
Creí tenerte aún sin darme cuenta que te perdí y que mis lágrimas solo eran una excusa para tenerte a mi lado, sin embargo, te fuiste y me dejaste sola.
Creí confundir el amor con una ilusión, cuando solamente ambas se convierten en un simple capricho que cubría las cosas con las cuales había soñado y que nunca tuve.
Creí encontrar a alguien para brindarle la poca ternura y comprensión que aún hay en mi, pero me equivoqué, porque nunca encontraré a alguien para amarlo como tal vez te ame a ti.
