"Oh- ¡Wow! ¿E-Esa posición es posible?" Sunny tuvo ganas de echarse a reír, echarse a reír pero como un loco, es decir, ni siquiera era una clase de buen escondite. El mensaje inmediato tras el receso del sector adolescente del complejo había llegado a su sensor, cuatro chicos faltaban, cuatro chicos perdieron sus clases, los chicos aquellsoq ue tiene en frente que no se dan cuenta de su presencia. Ya de por si parecían criminales por estar apretujados detrás del contenedor, pero el hecho que el patio de los mayores pareciera el de una carcél tampoco ayudaba.
Los escaneó en silencio: 15 años por igual, no pasaban del metro y sesenta, respiración acelerada y de cuclillas en el suelo, la frecuencia cardiaca acelerada, tono muscular tenso, la temperatura corporal alta. Ah, llegaron a la edad, esa edad.
"¡Dios mío, ese sostén es pequeño, o quizás sus tetas muy grandes!" Uno de ellos señaló la página que veían. "Oigan... ¿Es idea mía o el hombre que se está follando a esta tipa se parece al señor Moony?" Sunny sufrió un tic al escuchar eso.
"¡JAJA! ¡Se parece un montón! Solo que este es blanco y con cabello negro-"
"Pero el señor Moony es muy inocente para hacer algo pervertido, el señor Sunny seguro es igual"
"Oigan, esta mierda se volvió gay, miren, esta otra chica de trenzas se parece a la recepcionista, uff-" Un ululo agudo se escuchó por encima de sus cabezas, Sunny y los cuatro chicos alzaron la mirada; Hooty estaba ahí, en el aro del baloncesto, sus ojos parpadeando en un rojo intenso. Hooty volvió a ulular, esta vez armando vuelo hacia ellos. "¡Oh, mierda-!" Un chico, que era pelirrojo y de lentes, fue el primero en levantarse, pero tropezó retrocediendo hacia atrás, chocando con el pecho de Sunny. Su sensor notó como su temperatura bajaba considerablemente.
Sunny sonrió, al mismo tiempo que Hooty aterrizaba en su hombro y los chicos lo miraban asustados. "¿Están estudiando, niños?" El niño pelirrojo se giró lentamente hacia el, petrificado.