No creo que nadie lea esto, pero me siento reflexiva, y quería plasmarlo en algún lado.
Últimamente he estado pensando lo que valen nuestros actos.
Lo que vale que hoy te acobardes por algo que te da miedo hacer, o que dejes pasar delante de tus ojos a la chica que te gusta, sin intentarlo a penas.
¿De qué vale?
¿De qué vale preocuparse por lo que hagas hoy? Si al fin y al cabo, dentro de unos años, no te va a servir para nada.
Quiero decir con esto, que no entiendo porque algunas personas coartan su libertad.
No entiendo porque algunas personas no aman, y otras tienen miedo de ser amadas.
Ni porque otras no quieren vivir riesgos, y dejan escapar experiencias, que sin quererlo podrían cambiarlas.
Quiero decir con esto, que hay que vivir.
Debemos sentir.
Debemos arriesgarnos.
¿Por qué, si no, de que sirve? De que sirve llevar una vida sedentaria, perder experiencias por miedo, no saltarte las leyes por cosas que valgan la pena.
Hay que experimentar.
Vivir el hoy sin pensar en el mañana.