«... finalmente ha dejado de esconderse. Que ahora sí está dispuesta a mostrarse sin barreras, sin excusas. La forma en que me mira, la respiración agitada, el leve movimiento de sus caderas mientras se acomoda... todo me atraviesa. Es ella, pero también es otra. Ya no solo besa. Toma decisiones. Marca el ritmo».
Adelantos de Obsesión Enfermiza.