Atrévete a tomar los dados de tu destino. Tíralos. Cuando salgan los 6 da tres giros a la izquierda y un aplauso. Sentirás un cosquilleo; ahora sólo resta lanzar a su vacío lo más valioso que jamás podrás recuperar. Sí, sabes perfectamente qué es, todos tenemos uno. Es simplemente aquella cosa... o persona que más daño te haría saber de su pérdida. Si en verdad fue lo más valioso habrás llamado su atención. Se mostrará ante ti pero no lo mires, sólo abre la puerta de porcelana, encontrarás el inicio del laberinto sin fin. Recuerda: Izquierda, Izquierda, Izquierda, Izquierda, Derecha y caes; separas la séptima rosa azul y lanzas un pétalo al agua sangrienta. Tu reflejo se volverá violeta: ese es el momento de volar... entonces lo entenderás.

Solamente has de continuar el camino hasta llegar a las tierras que no caen y los cielos que no se alzan. Recuerda no mirar las flores. Habrá un momento en le que las alas comiencen a flaquear, entonces procura caer en los jardines ¡Vamos, curiosea un rato! Cuando esa voz en tu cabeza te diga que estás listo o lista, dirígete al centro y no obedezcas a la serpiente. Sabes qué hacer ¿cierto? Se encuentra debajo del árbol, siendo la llave de una fortaleza de cristal, en la botella de algún barco olvidado, siendo la cárcel de mercurio. Sólo abre la botella y admira el desastre que has liberado. Es hermoso. Cuando lo abraces y lo alimentes de ti, te dejará alimentarte de «él». Le gustan los acentos, llámale como quieras pero ponle uno. Tus ojos sólo lo podrán identificar como un polvo rojo y brillante, pero ahora forma parte de ti. Disfrútalo.

Y es que cuando sientas su roce sabrás que no hay nada igual. Cuando sabores su aire no querrás respirar nada más. Cuando sientas sus labios lo tendrás todo... Descuida, no agradezcas, pero al soltarlo morirás; los mortales no deberían siquiera saber de esto. Te confío el secreto porque quiero verte morir. Suerte ;)