Tuve la fortuna también de encontrarme con plumas repletas de talento, ser escritor es un trabajo solitario, pero cruzarte con personas que están igual de dementes que tú, que toman ideas y las convierten en algo más, es reconfortante, te hace sentir menos solo y comprendido. Rodearte de gente que tiene otra cultura, que tal vez te superan en experiencia y en conocimientos te enriquece y te hace crecer como escritor y como persona y es un na de las cosas que más me gustaba de todo esto. Conocí personas extraordinarias que aunque no nos conocemos en persona, me llevo en el corazón.
Además aprendí que podía trabajar bajo fechas de entrega, ser disciplinada, creativa y trabajar en equipo. Aprendí mucho y espero de todo corazón haber aportado algo, aunque sea pequeño a este hermoso mundo naranja.
Y nada, espero en algún momento regresar, por el momento no, porque quiero enfocarme en mi salud mental, que ha tenido un par de altibajos últimamente, en cumplir otros sueños y metas, como escribir de mí y para mí o mis estudios, que también son otra cosa que me apasiona, pero sin duda es una experiencia que siempre agradeceré.
Y si hay alguien por ahí, que esté pensando en postularse o este a mitad del entrenamiento y tenga la oportunidad de ser parte de esto, solo me queda decirle que la APROVECHE, porque es algo de lo que no se podrá arrepentir.
(Fin).