Dos años y medio después de haberme quedado sola, por fin puedo decir que los pedacitos de mi corazón roto han sido levantados del suelo donde cayeron. Siguen sin orden, esparcidos por la mesa de un escritorio que tiene una computadora empolvada que no ha sido usada en mucho tiempo. Pero ya tengo el pegamento que va a unir las piezas. No quedará igual de bonito, pero seguirá funcionando, lo hace. Han sido meses de replantearme mi vida entera y lo que quiero para mi futuro. Solo puedo decir que en ese futuro siguen estando ustedes, una de mis fuentes más grandes de felicidad. Les debo mucho y soy una persona agradecida. Yo siempre pago lo que debo.
Junio es un mes muy bonito... ¿verdad?
Desde mi ventana puedo ver un arcoiris en el cielo...