No sé quién soy con certeza ni tampoco sé quién seré en un futuro lejano, no sé lo que me deparará el destino ni tampoco si estoy en buen camino. Lo que si sé con certeza es que el futuro es incierto, que tus logros no  dependen de la suerte del destino sino de cuanto te has esforzado por conseguirlo, solo se trata del esmero con que realices tus propósitos.
No puedo definirme en palabras concretas, pues me llevaría demasiado tiempo. Estamos hechos de recuerdos, momentos e historias; la mía es simple y compleja pero creo que a mis 16 años es bastante extensa. 
El definirse es limitarse a una monótona explicación de uno mismo y seria un tanto aburrido ser siempre la misma persona  sin poder descubrirnos nuevamente.
Siempre estamos en constantes cambios y eso nos permite saber a lo largo del tiempo que es lo que realmente queremos.
Lo único que puedo decir de mi es que soy una adolescente de 16 años a la cual llamaron Ana. Vivo pérdida entre líneas y fantasías,  soy amante de la lectura y adoro la expresión escrita. Me fascina el olor a libro nuevo y me siento extasiada cada vez que tengo la posibilidad de tener uno en mis manos.
Me he aferrado a esta costumbre desde que descubri que la vida muchas veces te golpea y te tira tan profundo que luego cuesta levantarse, la lectura es mi ancla a tierra. Me ayuda día a día a superarme y a no caer. 
El mundo literario ayuda a dispersarse de realidad y te hace olvidarla momentáneamente. Es una de las tantas posibilidades de reencontrarse a sí mismo.
Sin mas preámbulos espero que les agrade el contenido que compartiré con ustedes.
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