Mi herencia de vida:
Francisco y Norberto Diez Canseco son dos hermanos que no se llevan bien; este último es esposo de Inés y tiene un hijo: Gastón, el mejor amigo de Rocío, la hermana de Francisco. Sin embargo, Norberto es un hombre abusivo y celoso con Inés, y su madre Eugenia, le permite cometer toda clase de atrocidades para así, creer a Inés que está loca y la quieren llevar al loquero. Además, Eugenia provocó la muerte del patriarca, Don Lautaro, solo para que Norberto se quede con una hermosa catarata conocida como "La iluminada", bajo un testamento escrito por el.
Por otro lado, la madre de Emilia Pérez Solari, Olivia, murió a manos de Norberto y su mano derecha, Porras, tras negarse a desalojar el hogar que vive con sus hijas a causa del sin número de deudas que tienen. Emilia es una joven sensible, pero valiente que tiene dos hermanas: Carla, la mayor, es rebelde, pero honesta y de buen corazón y Alicia, la menor, es tierna y solo desea lo mejor para sus hermanas. Antes de morir, Olivia deja a cargo a Perlita, una bebé que dio a luz fruto de su relación con Samuel.
Francisco se va casar pronto con Deborah Palacios, hija de Samuel y Margot, y hermana de Lorenzo, el mejor amigo de Francisco; aunque se enamora de Emilia, solo es visto como amigo ya que Rocío quiere tener algo con el, pero la rechaza. Deborah, una famosa soprano retirada de la música, aparenta ser feliz con Francisco, pero a escondidas tiene un amante, Jeremías, el cómplice de sus fechorías. Cuando Francisco se enteró de su infidelidad, ella encontrará en Emilia, a una gran enemiga que desea destruirla para, como sea, retenerlo. Al llegar a Lima, Emilia y sus hermanas conocen a Margot y Samuel, quienes no saben que ella es la verdadera hija de su esposo y no permitirá que su secreto salga a la luz. Con el tiempo, el amor de Francisco y Emilia se verá debilitado en el camino, por las maldades de sus enemigos, pero aún así, ambos demostrarán que el corazón se hereda, no se compra.