_WistfullyNightmare
Esperaba pacientemente, sentado a las puertas del enorme lugar. Suspiraba con frecuencia, sin girar a ver casi nada más que el suelo y alguna que otra persona pasarlo de largo para luego perderse por el largo pasillo principal del castillo.— ¿Cuándo volverás? —Cuestionó a la nada, sabía que no sería de tal modo, pero deseaba que su voz llegara al otro, dondequiera que estuviera.— Estoy... Muy solo aquí, y he... Descubierto que, justo como tú decías, te necesito conmigo. Mira yo... —Se refregó la cara, desesperado. No podía creer todavía lo que estaba pasando.— Mi mod y un amigo suyo están quedando en un acuerdo. Él tiene un Nightmare corrupto, aunque no tan lindo como tú, nadie podría superarte a ti... Silencio. Sólo el burullo de la gente irrumpía en el lugar. Fiend. Me van a juntar románticamente con él, obviamente, en contra de mi voluntad. —Ocultó su rostro entre sus manos, no quería que el mayor le viera llorar de nuevo.— Y ¿Para qué mentirte? Tengo miedo. No quiero pasar por lo mismo de antes, y él, de alguna manera que hasta yo desconozco, aparenta ser más desconsiderado que tú. Sinceramente, no creí poder odiar tanto a alguien, pero él... Se abrazó a sí mismo, finalmente rompiendo en llanto silencioso.— Sé que necesitábamos tiempo, pero ahora se nos va como la arena de un reloj, y me ahogaré pronto en ella si no hacemos algo rápido. Mira, no tengo idea de cuánto lleve el desarrollo de mi "próxima nueva pareja" hasta el desenlace ya pactado: Nuestra boda, mi boda. —Una sonrisa rota se asomó por su rostro ante tales palabras, el de magia azul le había hecho fantasear con ese día, en incontables ocasiones. Aunque rápidamente se transformó en una mueca de dolor, al recordar que no sería nada como él la planeaba, y que ese del altar no sería su amado.— Este año sería en el que me propondrías matrimonio y nos casaríamos, ¿Lo recuerdas..?
_WistfullyNightmare
El silencio se acentuó una vez el flujo de gente paró de llegar y el guardián quedo sólo. Sus hípidos eran lo único que lo hacía resaltar, siendo sólo una mancha en una pintura demasiado grande y sobredetallada.— Lo siento. Lamento haberme enamorado tanto de ti e incómodarte, aún cuando sabía que no hacías más que fingir. Que jamás te preocupaste. No tienes que hacer más esto, ni seguirme la corriente. Débilmente, se puso de pie y limpió sus lágrimas, una tarea de aspecto imposible, pues más seguían generándose al borde de sus cuencas.— Espero estés satisfecho desde dónde estés, de haberme hecho esto. De destrozarme, tanto psicológica, como emocional y físicamente. De haberme hecho dependiente. De haberme engatusado de la manera en que lo hiciste, y luego dejarme como al resto para ir con el siguiente... Yo, a pesar de todo, te sigo amando. Y no parece que vaya a cambiar dentro de un buen rato. Continuó con su lloriqueo unos minutos más, no sabiendo el porqué exacto. ¿Deseaba que el otro llegase y le consolara, negando la verdad que él sabía, ocultaba? ¿O que alguien más se apiadara de su pobre alma?— Como siempre, estoy dando una vista patética aquí, ¿No es así..? Hasta pronto, amor.
•
Reply