Siento unas sensasiones que me carcomen el cuerpo inquieto, esa necesidad de hacer algo, mis dedos y pies tiemblan por la impaciencia de romper cosas. Quisiera solo gritar, romper y golpear a alguien, partirle la cara hasta que quede irreconocible, sonreir al ver su estupida cara con sangre y los dientes manchados. Oh, cuanto daría por poder tener cinco minutos para cumplir esa fantasía, solo cinco minutos para ocultar la cordura y que la locura se tragara mi mente, quisiera reirme de mis acciones, poder hacerlo con ganas hasta quedarme sin voz. Si, sería tan satisfactório y delicioso...