Los escritos son mensajes lanzados al universo; quien los recibe, los abraza o los cuestiona. Lo esencial no es cómo son tomados, sino dejarlos volar libres, con la esperanza de que alcancen al alma para la que fueron creados.
No hay necesidad de competir ni de buscar aplausos. La intención de quien escribe desde la inspiración no radica en el reconocimiento ni en la recompensa, sino en la dicha pura de escribir, de ser feliz al hacerlo. Esa, al final, es la auténtica intención.
Nunca dejen de escribir, poetas y narradores del mundo. Porque cada palabra es un reflejo del viaje que llamamos vida. Abracen el camino con alegría y sigan tejendo mundos y emociones.
¡Feliz travesía a todos los maravillosos creadores de sueños!
ENJOY✍️