Despertar, ver el cielo, ver el sol subir con todo su esplendor, sentir la cálida brisa de la mañana, ver los pajaritos; escucharlos cantar. Ver y sentir que tienes una nueva oportunidad de vida, una oportunidad para hacer lo que quizás no pudiste hacer ayer, una oportunidad para cambiar, crecer, una oportunidad para darte cuenta que no todo está perdido.
Todos los días el cielo está diferente, todos los días; aunque creas que ya la monotonía está dentro de ti, en realidad hay algo diferente, algo que te puede cambiar; llenarte de alegría y de distintas emociones. Tu deber es sentirlo, buscarlo y encontrarlo.