¡Bienvenida a mi mundo!
Es cierto. Nunca conocemos a la verdadera persona detrás de la máscara, o, en mi caso, detrás de mis palabras. Aunque revelo mucho de mí, no me reconocerías si me tuvieras frente a tí.
Así que, disfruta de mis relatos, porque yo estoy allí. ¡Y te reto a encontrarme o a encontrarte!