Estaba hablando con mi mente, le contaba que estuviste ausente algún tiempo.
He hablado mucho de ti con la naturaleza, hasta conmigo misma, pero nunca con alguien más. Les cuento nuestra historia como sí fuese una de esas películas románticas que se inventan en la tele para hacer creer a la gente que el amor existe. Conseguí drogas, alcohol, me llene de vacío, me dirige hacia la nada. El mundo seguía igual. Me encontré con el chico que había movido mi mundo tiempo atrás. Charlamos. Fue algo épico. Mis intentos de ser cruel con él fallaron, su sonrisa era la misma que ponía cuando estábamos juntos. Y por desgracia o suerte, la mía también. Las borracheras interminables después de él, invadieron mi mente y supuse que esa noche me embriagaría nuevamente por él. Volví a lo mismo, fueron muchas emociones las que regresaron pero no me quería ahogar en mis propios pensamientos, así que dije que sus recuerdos eran en vano. Soy la historia de cualquier mujer rota. Y es que nuestra ruptura fue fatal.