Habían pasado un par de días desde el último incidente. Donde Douma parecía haber obtenido consciencia de sus actos y sentimientos.
Apareciendo frente al cuarto donde descansaba Qin, temía entrar. Oculto tras la muerta, veía a su padre ya despierto viendo el atardecer. Sus manos temblaron. La pena que sentía, la culpa y el dolor, todo eso le impedía dar un pie al frente.
Su padre Hades no tardaría en aparecerse.. pero de verdad sentía una gran presión por entrar a ese cuarto.