Mi cuerpo, oh hermoso cristal roto cuyas piezas voy recogiendo y pegando poco a poco, he dado lo mejor de mi cortándome con mis propios pedazos, asi que deje de convertir mi cuerpo en cristal a acero.
Mi cuerpo, oh hermoso acero oxidado cuyas piezas ya ni puedo mover, he dado lo mejor de mi, pero ya no me quedan mas lagrimas de aceite para ti, asi que convertí mi cuerpo de acero a carne y hueso.
Mi cuerpo el cual una vez fue frágil cual cristal, roto por palabras y acciones, sin ser capaz de autoayudarse. Mi cuerpo el cual fue fuerte como acero sin romperse pero demasiado duro para dar un abrazo, que solo podía oxidarse en el olvido. Mi cuerpo el cual hoy en dia es carne y hueso, a veces llora, a veces se cansa, pero no es fragil cual cristal, es fuerte y se levanta, brilla por su esencia y es calido para abrazar, no como el acero, rígido y inaccesible, ahora cuido de el, y el cuida de mi,
Mi cuerpo, oh hermoso poeta, hermoso guerrero, mi hermoso cuerpo.