Para un Adios
Deseo que estés aquí devuelta,
Llenando el vacío que ahora hay en cada habitación,
Volviste al silencio mi peor enemigo,
Y a mi corazón lo partiste en dos.
No te culpo, estabas cansada,
No podías sostenerte en tus cuatro patas,
Diciendo con tus ojos que te dejemos ir,
Para descansar en paz y dejar de sufrir.
Te extraño cada día más de lo que me imaginé,
Mi amiga, mi hermana, mi compañera fiel,
Y aunque te hayas ido, siempre te voy a querer.
Te amo pulguita, mi dulce perrita.