La primera parte de esta historia ya está terminada, pero la publicaré durante esta semana.
Ha sido un camino hermoso, lleno de aprendizaje y emociones, pero también de reflexión.
He notado que, por alguna razón, el engagement de las historias ha bajado notablemente. Y aunque entiendo que en esta plataforma hay muchas cuentas con gran alcance (y es natural que los lectores se sientan atraídos por ellas), no puedo negar que a veces resulta un poco desmotivante.
Sin embargo, si has llegado hasta aquí, si has leído mis historias desde el inicio, sabrás cuánto cariño y esfuerzo hay detrás de cada línea.
Cada historia que escribo busca ser clara, cuidada y agradable de leer; presto atención a los signos, al ritmo, al detalle, porque sé que eso también cuenta.
A pesar de mis días ocupados, siempre trato de mejorar y darles lo mejor de mí. Pero he notado que, aunque publique con frecuencia o no, las vistas se mantienen igual, o más bajas. En cada historia hay menos, sin importar cuánto crezca la trama o cuánto me esfuerce en la escritura.
Aun así, estoy profundamente agradecida con quienes siguen aquí, leyendo, apoyando, comentando.
Gracias por acompañarme en este proceso y por darle sentido a cada palabra.
Cono lo dije en un comienzo, esta semana terminaré de subir la primera parte.
Después, me tomaré un pequeño espacio antes de comenzar la segunda parte de esta historia.
Gracias, de corazón, por estar aquí.