BhrenBM

Un corazón naufrago en el mar del amor
          	
          	Evidentemente existen miles de historias de amor, la mayoría son asombrosas y poco creíbles, sobre todo en estos tiempos donde el amor real escasea y de existir, tiene una corta durabilidad. 
          	
          	Cuando era pequeña realmente no pensaba en el amor, vaya, no lo buscaba; pero es lógico, cuando se es niño eso no es la prioridad, ya que la salida por las tardes para jugar con los amigos y vecinos estan a la orden del día. Sin embargo, a la corta edad se 11 años me ilusione mucho con un niño que vivía justo en la cuadra siguiente de mi casa, su nombre: Mariano, él era mi mejor amigo,  compartimos clases desde pimer grado, pero fue hasta quinto grado cuando noté que el me llamaba mucho la atención, pasábamos bastante tiempo juntos 《todas las tardes saliamos a dar la vuelta en las bicis,  jugábamos fut o videojuegos》.
          	
          	En ese entonces tenía una mejor amiga de nombre: Cecilia. Ella estaba loca por Mariano, me lo dijo y justo por esa razón  nunca me atreví a decirle que el también  me gustaba, por lo que tuve que soportar un largo tiempo todas aquellas pláticas sobre cuanto le atraía por lo guapo que era.  
          	
          	Pasaron los días y aquellas charlas sobre Mariano eran más comunes y así mismo irritantes porque me daba celos escuchar el cuanto lo quería 《lo se, lo se, parece demasiado tonto hablar de "amores de chocolate", de esos que prácticamente no cuentan pero que nunca se olvidan.  Además tiene una razón el que lo agregue la historia, pues fue a ahí donde mi pequeño y novato corazón empezó a navegar en el mar del amor》
          	
          	Al llegar al sexto y último año de la primaria, algo raro sucedió. Al parecer yo también le gustaba a Mariano, fue así como una tarde inesperadamente mientras estábamo jugando videojuegos en mi casa, me pidió que fuera su novia. Yo le dije que  gustaba pero que éramos muy chicos para ser novios,  que esperará a que creciaeramos. Fue tanta si necedad que le pidió a mi papá permiso y le respondió algo similar a lo que yo le dije

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Un corazón naufrago en el mar del amor
          
          Evidentemente existen miles de historias de amor, la mayoría son asombrosas y poco creíbles, sobre todo en estos tiempos donde el amor real escasea y de existir, tiene una corta durabilidad. 
          
          Cuando era pequeña realmente no pensaba en el amor, vaya, no lo buscaba; pero es lógico, cuando se es niño eso no es la prioridad, ya que la salida por las tardes para jugar con los amigos y vecinos estan a la orden del día. Sin embargo, a la corta edad se 11 años me ilusione mucho con un niño que vivía justo en la cuadra siguiente de mi casa, su nombre: Mariano, él era mi mejor amigo,  compartimos clases desde pimer grado, pero fue hasta quinto grado cuando noté que el me llamaba mucho la atención, pasábamos bastante tiempo juntos 《todas las tardes saliamos a dar la vuelta en las bicis,  jugábamos fut o videojuegos》.
          
          En ese entonces tenía una mejor amiga de nombre: Cecilia. Ella estaba loca por Mariano, me lo dijo y justo por esa razón  nunca me atreví a decirle que el también  me gustaba, por lo que tuve que soportar un largo tiempo todas aquellas pláticas sobre cuanto le atraía por lo guapo que era.  
          
          Pasaron los días y aquellas charlas sobre Mariano eran más comunes y así mismo irritantes porque me daba celos escuchar el cuanto lo quería 《lo se, lo se, parece demasiado tonto hablar de "amores de chocolate", de esos que prácticamente no cuentan pero que nunca se olvidan.  Además tiene una razón el que lo agregue la historia, pues fue a ahí donde mi pequeño y novato corazón empezó a navegar en el mar del amor》
          
          Al llegar al sexto y último año de la primaria, algo raro sucedió. Al parecer yo también le gustaba a Mariano, fue así como una tarde inesperadamente mientras estábamo jugando videojuegos en mi casa, me pidió que fuera su novia. Yo le dije que  gustaba pero que éramos muy chicos para ser novios,  que esperará a que creciaeramos. Fue tanta si necedad que le pidió a mi papá permiso y le respondió algo similar a lo que yo le dije