El ser humano, egoísta por naturaleza, nos ha llevado a la destrucción de nuestra propia mente, cuerpo y alma.
Destruyendo todo a nuestro alrededor y ensuciando nuestras manos con sangre de la tierra en la que habitamos, ahogándonos en lamentos que no arrepentimos.
Respirando aire que nos intoxica por dentro, matando a nuestra propia especie por ambición.
- Se ha unidoOctober 8, 2017
Regístrate para unirte a la comunidad de narradores más grande
o