Que caiga la. Noche es un gran temor. Que las luces reviente en nuestras habitaciones sería una gran alivio para este corazón.
Cada grito, cada ofensa... Un gran pesar que cae sobre mi y mi madre. Lagrimas que añoran salir en cáscara y liberar aquel dolor que esta estrujando mi corazón.
Mi alma acaba de saltar desde el techo y ha quedado estacada entre las ramas de un árbol. Esta sufre por no poder gritar y dejarse consumir por la desesperación.
Mi razón ha asesinado y decapitado un perro, al no poder encontrar una salida. La lógica me ha abandonado y sobre mi cama solo me mantiene el orgullo... Maldita compañía resultas... No me ayudas demasiado, solo haces que la desesperación, tristeza y odio se encierre y algún día estrelle contra un paredón