Encontre esto en mis notas y tuve un deja vu:
—Nos habíamos besado antes?— hablaba bajo a pesar de la estruendosa música del auto.
—Estoy bastante segura de que no— recargo su cabeza en el asiento para mirarlo más fijamente.— Seria raro
—Es más raro que no, considerando…— tal vez los encuentros previos entre ambos, ella sonrió, comenzando a sentir en pecho pesado.
—Deberíamos besarnos — el interrumpió su vista del camino para mirarla a ella, a sus ojos, después a su boca. Convenientemente las luces del semáforo cambiaron, dejándolos iluminados solo por la luz roja del pare.
El la tomo de la cara y la beso, tan suave que se sintió dulce, casi como si la amara, como si esperase que se sintiera romántico, cuando el semáforo volvió a cambiar se separaron.
—¿Y bien?—casi para confirmar su ego preguntó el, ella hizo una mueca.
—Me habían dicho que besabas suave, pero creo que eso fue demasiado suave para mi.
—¿No te gusto?—
—No me beses como si me quisieras conquistar, tu y yo no tenemos esa clase de relación.
—No nos gustamos—afirmó el mirándola de reojo.
—Pero tu eres muy coqueto— ella le echo la culpa, recibiendo como respuesta que el posara su mano descaradamente sobre su muslo.
—Tu eres más coqueta, y me miras como si…
Convenientemente insurgentes sur tiene demasiados semáforos, de nuevo el la tomo, esta vez con más brusquedad.
Hundiendo sus dedos en su cabello le jalo la cabeza dandole un beso corto, que la obligo a mover la cabeza en busca de más.
—¿Cómo te gusta que te bese?
—Asi
De nuevo junto sus labios, esta vez más feroz, necesitado, mordiendo do mientras sus lenguas se tocaban como si siempre hubieran coincidido.
Aferrado a su rostro, pasando las yemas de los dedos por sus labios, dejando besos húmedos, calientes.
—La luz es verde, avanza.
—¿De verdad tienes que llegar a tu casa?
—Si
—Te odio, me tienes como quieres
—Ya maneja