El 28 de octubre fuí a un antro gay a celebrar halloween, me hice un pequeño disfraz, fuí el rey Paimon de Hereditary (Peter). Nunca me disfrazo porque me da vergüenza, pero siempre había querido hacerlo. Cuando llegué ví que la mayoría tenía un disfraz muy producido, y pensé que nadie sabría quién era. A la mitad de la noche, una chica que se encontraba cerca, se me acercó, era una pirata muy guapa. Me preguntó si era Peter y me dijo que había quedado muy padre mi disfraz. Sólo fué un comentario, pero lo que ella no sabe es que me alegró toda la noche, y aumentó mucho mi confianza.
Después otro chico me reconoció, y otro más cuando estaba a punto de ir a casa, hasta me pidió una foto e hizo una ovación, eso fué gracioso. Todo eso hizo que pasara una gran noche, me divertí mucho. Valió la pena la resaca del día siguiente
Entendí que está bien probar cosas nuevas y dejar la vergüenza de lado de vez en cuando.