La lectura es la fábrica de la imaginación y la escritura es la pintura de la voz, por eso ambas cosas son maravillosas, al leer te adentras a maravillosos mundos y al escribir creas esos mundos que permiten a muchas personas escapar de la realidad, aunque sea por unos minutos. 
Disfruta la lectura sin importar si es un clásico o una historia juvenil, lo importante es que te guste, muy en el fondo todas las historias tienen un mensaje. 
Si disfrutas de escribir, hazlo. No por obligación sino por amor. No te limites, deja volar tu imaginación, que ella sea la base de toda historia.