Hola a todos.
Sé que muchos han notado mi ausencia y la falta de actualizaciones en Código de Corazones y Visa al Corazón. Me he tomado un tiempo antes de escribir esto porque, siendo honesto, no sabía muy bien cómo explicarlo todo. Últimamente he estado atravesando una etapa complicada. Como algunos de ustedes saben, Rachel y yo terminamos. Y aunque es algo personal, siento que ustedes—los que me han acompañado desde el inicio—merecen una explicación honesta. Después de la ruptura, me sentí completamente perdido. Llegué a pensar que no podría volver a escribir jamás.
Visa al Corazón fue un libro que escribí con todo mi corazón, y sí, fue especialmente dedicado a ella. Hubo un momento en el que quise borrarlo todo, hacer como si nunca hubiera existido. Pero luego entendí algo importante: los libros no son culpables de nuestras heridas. Las historias que nacen del alma merecen ver la luz, sin importar lo que pase fuera de ellas. Así que sí, terminaré ese libro. Por ustedes, que lo han leído, sentido y apoyado desde el primer capítulo. Además de eso, mi salud también se ha visto afectada. Hubo días en los que literalmente no podía levantarme de la cama, sin fuerzas, sin ganas de comer, con el cuerpo y el alma completamente agotados. Además caí en una depresión silenciosa, de esas que duelen más por dentro que por fuera. Pero poco a poco he ido saliendo a flote, agarrándome de lo poco que me queda cuando todo parece nublarse: mi pasión por contar historias, y aunque parezca una excusa más, juro que no lo es. Simplemente la vida, a veces, se impone con todo su peso.
Pero si algo tengo claro, es esto: yo voy a regresar.
Porque escribir es parte de mí. Porque ustedes merecen que esas historias que comenzaron encuentren un cierre. Porque aunque haya capítulos oscuros en la vida real, siempre hay otro en blanco esperándonos, listo para ser escrito.
Gracias por esperar sin exigir.
Esto no es un adiós. Solo es una pausa.
Nos vemos pronto,
– Bryan L. Pacheco