Cuando se es pequeño, el oficio por excelencia con el que todos sueñan es el de policía, pirata, príncipe y princesa, el de hada o el de sirena. 
Hay gente excepcional por el mundo que tiene bien claro que cuando sea mayor será cocinero, o modisto, o modelo, pero son casos contados.

Un niño pequeño es capaz de ser cualquier cosa, pero a medida que crecemos, la sociedad comienza a diseñarnos a su manera.

«No puedes ser princesa, sólo tiene ese título la hija del rey. ¿Tu padre es el rey? Permíteme que lo dude»

«¿Policía? JA ¿Tú sabes lo duras que son las pruebas para poder ser policía? No durarías ni dos días ahí»

«Mira que mona la niña, que quiere ser una sirena...»

Seguro que más de uno habéis leído estas frases con la voz de alguna persona en especial. 

Sólo tengo 15 años. En breve cumpliré dieciséis. Sé que no tengo experiencia suficiente como para conocer cómo funciona el mundo, sin embargo, sigo intentándolo.

Durante mi vida he querido ser muchas cosas: veterinaria, bióloga marina, psicóloga, médico forense... y muchas veces, he dejado de querer serlo porque la gente me echó en cara que no sería capaz de lograrlo.

Estos últimos años, he dejado de escuchar al mundo. 
Toda mi vida me ha gustado escribir. Es algo que disfruto y que se me da medianamente bien.

Comencé con el fanfiction porque así ya tenía un patrón. Los personajes estaban creados ya, yo sólo tenía que idear una trama.

Ahora pretendo dar un paso al frente con una historia 100% propia.
Tendré que crear personajes y personalidades y hacer que todo encaje a la perfección para lograr que la gente se fije en mi pequeña novela y se enamore de mi protagonista.

Mil gracias a todos los que habéis llegado hasta aquí.
Espero que os guste mi pequeño proyecto y que todo mi esfuerzo, dedicación y tiempo valgan para sacar sonrisas.

Si es así, haréis que esta españolita de a pie con aires de escritora sea feliz.

Un besazo:
-Clau. ❤️